viernes, enero 18, 2008

SEXO

¿Qué podría leer que ya no hubiese leído respecto al tema?
Mejor me quitaba los calzones, subía las piernas sobre la mesa y esperaba
¿Esperar qué?.

Quizás esperaba que apareciera inesperadamente por la puerta y que cumpliese con algunos requisitos básicos: Andar medio empelota, o quizás sólo bastaría que tuviese los pantalones abajo y mis ojos se encontraran de improviso con sus genitales, y su miembro fuese espectacular, grandioso, de esos que dejas que acunen en tu pecho, antes de abrir las piernas para que penetre furioso y generoso.

Esa ansia enfermiza que te pone mal de los nervios de pura angustia de que no pasa nada, de que no sucede… de la infinita masturbación sicológica que te lleva a vivir permanentemente imaginando como será –que en efecto suceda-, de manosearse a escondidas, jugar con la expectativa, con la situación clandestina, y vivir sujeta-presa de la tensión del encuentro que jamás se concreta, que te mantiene en permanente espera.

No, no había que precisar absolutamente nada, sólo era desear una acción sexual, un impulso burdo y caliente, impulso levemente pegajoso, con olor a cuerpo y sabor algo salado, así no más, tú humanidad y la mía enfrentadas con la cruda y sexual realidad, uno encima del otro y al rato al revés, porque las ganas queman la camisa, estropean mis vestidos y me llevan a odiarte y a negarte.

Y seguimos con las abstracciones, y a pasar la lengua por los labios, a acariciar el escote con indiferencia, pasar los dedos por los vasos, me quito el anillo y lo meto y saco frenético por mi dedo ¿Te gusta el movimiento?, ¿Quieres que lo ponga y saque más lentamente?. Tú miras y sonríes, a veces no miras y sólo te sonrojas, otras te acercas y haces como que tocas y mejor no tocas “ná’”. Y cuando ya dejo de lado toda sutileza y voy derecho al grano: Vamos bájate los pantalones y si quieres lo metes despacito… juguemos a que soy muda… juguemos a que eso de me visto y me voy… sólo dame: "mí merecido", quítate si quieres el cinturón y me amenazas, vamos, si quieres también me das un par de nalgadas y yo te juro que nunca más seré una niña buena… ¿Quieres oír un: "Nunca más papito"?.

Y ahí estás otra vez evitando mi inesperada "calidez veraniega", jugando a la indiferencia con mi desesperación y ansiedad corporal, te miro y ahí estás con la vista pegada en algún punto fuera de mí alcance, punto inexistente hasta en mis fantasías, y mientras mis pensamientos zozobran ante el calor y tu abismante indiferencia, de improviso siento que subes la mano por mi pierna y vas volviendo lentamente desde tú lejanía hasta mí cuerpo afiebrado que dice de mil maneras distintas que te recibe y te acoge. Humanidad generosa y deseosa de sentir que tu cuerpo se enreda finalmente en el mío.... vamos a jugar a la realidad, ya te decía: ¿Qué más tendría que leer al respecto?

9 comentarios:

M dijo...

Recuerdas una clase?

Tú sentada en tu oficina,
yo frente a tí masticando chicle.
La puerta bien cerrada,
las cortinas también debido a los obreros mirones.

Conversaciones sobre muchas cosas,
sobre nosotros y sobre todos los demás.
Insinuaciones casi infantiles,
invitaciones a algo impensado.

"Te atreverías?",
"Sí, me atrevo".
"Seguro, no te creo?",
"No me crees, pues mira".

Todos los demás sentidos se desconectan,
sólo el tacto sobrevive a tal vorágine.
No escucho nada, sólo mi jadeante respiración.
No veo nada, sólo una oficina que gira y a nosotros con ella.

"Cómo te sientes?",
"Ah? Todavía no puedo escuchar".
"Te sientes raro?",
"Ah? Perdona, todavía estoy girando".

Yo recuerdo que era una clase de Matemáticas.

M

Kathy_C dijo...

Me da risa la palabra "miembro". Y cada vez que la tengo que leer en las noticias, me río en silencio.

Kathy_C dijo...

Ah, me debes algo. No lo olvides, porque yo no lo hago.

Y eso no es bueno.

J. dijo...

Manolo…
Te leí y de inmediato vinieron a mí memoria un millón de sensaciones y recuerdos. Fue una extraña y grata sorpresa saber que me lees y que por cierto me recuerdas… me quedé mucho rato pegada en tu recuerdo, que tiempo más “…”, a pesar de que siempre hemos estado tan a destiempo…

Abrazos y besos enormes para ti.


Kathy:

Si, por cierto es una palabra graciosa, pero la verdad suelo ocuparla bastante (Con y sin sentido sexual), y cuando no tiene esa ligera connotación libidinosa, al igual que tu, me río silenciosamente.

No, no he olvidado, veamos si la semana que viene coincidimos.

Un abrazo.

Tapio dijo...

Obvio que se ocupa bastante la palabra. Uno no anda diciendo por la vida "soy pene del ilustre círculo de amigos del arte". .. o podría ser peor.

Me he quedado atónito con tus necesidades estivales mija linda. Esats fechas son lo peor, uno se congestiona, le cuesta respirar mas, anda medio sudadito y ultrasensible por el calor.. o sea.. es que uno anda horny o confunde ser ganoso con alérgico.

Agarre a ese caurito de las mechas y me lo lanza contra la pared. Afírmelo bien y póngale un mosdisco en pleno labio. Si se rehusa a sus requerimientos pídale disculpa y como una señorita se retira al escritorio, mas tarde en casa una duchita fría, bien fría, y un libro de cuentos infantiles pa matar la pasiones.

Me gusto mucho tu relato

Besos

T.

J. dijo...

Tapio:

Ta' medio difícil eso de lanzar al "susodicho" contra la pared, por consiguiente simplemente decidí sumergirme en las ganas y escribir respecto de ellas.

Un beso.

De paso dijo...

que buen TEXTO!!!! QUE BUENA LIBERTAAAAD!!!!

mis respetos y goce.

:)

J. dijo...

Gracias!

Yo aún te debo un bolero, espero encontrar pronto entre mi desorden aquel CD.

Anónimo dijo...

Esas cosas así escritas parece pura inspiración emoliana. ¿Alguno te producía eso?-

jiji, U.

Y a propósito de lo mismo. ¿Y tu invitación a comer helado? ¿cuándo?