viernes, marzo 30, 2007

Abril

Mi madre me dijo que fue un primero de abril cuando en la parte trasera del auto de Don Jaime ella y mi padre se habían despedido, por lo tanto mi nombre conmemora aquella batalla campal que ambos desnudos lidiaron la última vez que se vieron.

Bueno, yo soy lo que alguien podría definir como una prostituta de alto nivel, trabajo de dama de compañía de hombres que me seleccionan por fotos a través de contactos que realiza la agencia para la que trabajo. Soy una modelo de cueros, mi profesión es conceder placer y dar rienda suelta a las infinitas fantasías que trae la mayoría de los extranjeros acerca de las mujeres latinas.

Siempre supe que mi fuerte no eran los estudios y si no hacia algo terminaría en la trastienda de la botillería del Pedro gimiendo y oliendo su sudor, sin recibir nada más a cambio que un par de críos que alimentar. Decidí entonces que quería hacer algo por la vida, no tenía estudios y sólo un bonito cuerpo al que recurrir así que a punta de esfuerzo, construí lo que soy.

No sé que me pasa, pensaras que es la típica historia de la puta arrepentida, pero no es eso, es sólo que aún no entiendo que fue lo que paso hace unas semanas.

No había salido el sol y ahí estabamos mi cliente y yo sobre la cama desecha, con sólo una sabana cubriendo nuestros cuerpos, afuera llovía y podía oír el agua cayendo por la ventana, miraba su piel morena, sus manos callosas y sentí la muerte, anidándose en los pliegues, colándose, y paseando por la habitación.

De pronto todo pareció distinto, los espejos me mostraron que mi carne era otra, me veo en el reflejo con el pelo claro y corto, me mezclo entre las ropas, y sólo percibo el aire frío, y cosas ya no recuerdo muy bien. Siento que mi cabeza gira y gira, cuando de pronto lo oigo gritar, el escenario cambia y recuerdo a Manuel, sus manos... ¿Pero quien es Manuel?.

Y lloro sobre sus cosas, sobre su pelo gris, lo toco con unas manos que no son las mías... me quedé atrapada en un tiempo que no es un tiempo, y escucho una voz dentro de mi cabeza que dice: “Por la traición, “Por el robo”, mientras lanzo un furioso golpe y todo vuelve nuevamente a girar.

Han pasado 2 semanas, desde que me descubrió la mucama del hotel sobre el cuerpo del cliente bañado en sangre, con un cuchillo lo atravesé y le partí el corazón en dos, sin explicación racional alguna.

Mi abogado dice que probablemente me bajen la pena o me manden a una institución siquiátrica, nadie me creyó, que de pronto todo cambio.

Al salir de la habitación, el dueño del hotel me dijo que hace 50 años Manuel Santa María había sido asesinado en aquella habitación por su esposa al ser descubierto con su amante, Manuel no sólo la engaño si no que además le había robado toda su fortuna.Curiosamente quien era mi cliente esa noche era el nieto de Manuel Santa María.

lunes, marzo 19, 2007

Hemos vencido a los Romanos




P.S: También se agradece a Santa Gemita y Sor Teresa, y por cierto a los "civiles" que me alentarón en esta partida. Un abrazo a todos!.

domingo, marzo 11, 2007

Cazuela

Las castellanas, las de cogote pelaò, las rubias, las blancas de crestas rojas y resplandecientes, las ponedoras, todas ellas paseando, picoteando el maíz amarillo-anaranjado y duro que se mezcla con la tierra suelta. Un revoltijo de murmullos y plumas de colores atareadas en el ritual de picar un maíz y levantar la cabeza con cierto aire de sospecha y mirar alrededor, y si todo esta tranquilo bajar la cabeza nuevamente por otro grano de maíz. De pronto el paso lento y seguro de mi abuela se acerca por mí espalda, avanza, se pone a mí costado y mira las gallinas, da unos pasos, se pone en medio de ellas y espera. Las gallinas la miran con sospecha, sienten un dejo de duda al mirarla entre ellas, pero les resulta imposible precisar y analizar el estimulo, se tranquilizan al ver que desde su delantal ella les lanza más granos de maíz y se dejan nuevamente llevar por su ritual: Picar un maíz, levantar la cabeza, mirar con sospecha alrededor... de pronto ¡zas!, la abuela agarra por las patas una gorda gallina rubia, el escándalo crece, las gallinas alborotadas y frenéticas corren de un lado a otro al oír el grito ahogado de la gallina que pende cabeza abajo en las manos de la abuela. La gallina se retuerce, y da un par de picoteos furiosos, trata de luchar, de liberarse de su suerte, pero no lo consigue. De pronto veo como la abuela estira el cogote de la gallina hasta que el sonido roto-quebrado se oye, y mientras el cogote flácido pende, veo como la gallina aún da algunos aleteos. El griterío continua, las gallinas dispersas corren desorientadas de un lado a otro por el patio, mi abuela entonces se ubica en el centro del patio y vuelve a lanzar un puñado de maíz sobre la tierra, las gallinas se agrupan a su alrededor, y con el primer grano de maíz en su pico, olvidan para siempre la suerte de la otra gallina. Mi abuela me hace un gesto con la cabeza señalando el fondo puesto sobre las brazas, es un fondo que ya esta negro, tiznado por el uso y el paso del tiempo, tomo el palo puesto a un costado y le quito la tapa, de inmediato surge una nube de aire caliente y a medida que el vapor se dispersa, puedo ver como el agua burbujea hirviendo, entonces ella sumerge lentamente la gallina en el agua los segundos suficientes para que las plumas se suelten y salga ese olor que azota mi nariz hasta en los recuerdos. Pasado el tiempo suficiente para que se soltaran las plumas, sacó la gallina y la puso en la mesa bajo el parrón, le desprendió algunas plumas con una destreza inigualable y luego se limpió las manos en el delantal. Ella me sonríe como siempre y me invita acercarme, y ante mí mirada algo inexpresiva me señala: Termina de desplumar la gallina, hoy tú harás la cazuela completa

jueves, marzo 01, 2007

Deja Vu...

-Yo me pregunto: ¿Tengo derecho a pensar por qué a mí?-

Sucede que él es poco locuaz y que las lagrimas empezaran a derramarse por mi cara tampoco le fue de mucha ayuda.Siempre me resulta fácil llorar con extraños.

(Y mientras él escribía la orden médica, yo recordaba las micros decoradas con flores, en las que llevaban luces de color violeta, en el chofer con la camisa abierta y sus cadenas dorada enredadas en el pelo en pecho. En las que llevaban nombres propios, en las que señalaban el número de la generación del hijo, en las que están llenas de los más insólitos autoadhesivos, en las que se podía oír periódicamente a Willy Sabor diciendo: Radio Corazón).

-Ella pregunta: ¿Usted toma aspirinas?-

Puede tomar un desayuno liviano, pero no vya a tomar aspirinas. Como es un procedimiento no sirve su huella digital, hay que hacer programa médico, debe llegar antes de las 8:00 hrs. etc. ...

(Y mientras ella me entregaba los papeles, yo recordaba mi conversación con Julín el sábado en San Javier: Los pueblos o ciudades como éstas tienen al menos 10 años de retraso en comparación con la capital. ¿Te acuerdas de eso?.
A lo que él replicaba: Tú siempre decías; No llores Julio, si volveremos el verano siguiente. Pasaba que ustedes se iban y eso significaba que el verano se acababa. Sí Joanna, yo generalmente hacía lo que me pedías.
¿En serio? -Así no más era- . Entonces... ¿Vamos ahora mismo a cazar una lagartija?)

Mi hermano exige: ¿Cómo te sientes?. -Esto ya te esta pasando-

(Y yo comienzo en voz alta a decir: Éste va a ser tú año, así que empiézalo con ganas. -Así dice el pato parlante del comercial-. ¿Aquí es dónde venden las galletas rellenas de mermelada que tanto me gustan?, ¿En qué edificio vive el Nestor?, ¿Tú que crees que pase?.

Yo me pregunto: ¿Qué siento?
La verdad es que la rabia y la flojera me comen... Ahora también un poco el dolor. ¿Qué que siento?. Yo sólo quiero que mi mente me dejé en paz.