Amor mezquino

¿Qué pasó con el dolor de vientre?
¿Dónde se quedó la falta de aliento?
Pasión, remordimiento, hambre y silencio.

¿Se me escapó la pasión entre las palabras?
Un cigarro marcado en mi mano, y el recuerdo de su cuerpo pegado al mío.

Enloquecida y patéticamente aferrada a su mezquino amor.
Con mi carne ligeramente pegada al espinazo, con mis sueños inconclusos.
Con un libro que subrayaba para luego leerte a la pasada en aquel café.

¿Qué pasó con la pasión?
¿Qué pasó con mi voz titubeante?
¿Te llevaste la euforia y la violencia del amor mezquino?

Un suspiro azul…
Un delirante y afiebrante impulso.
Sin palabras obscenas al oído.
Sin quejidos.
Sin preguntas.

Un amor mezquino y castrante.
Un amor que cruza de improviso un par de palabras en la calle, luego que ha pasado mucha agua bajo el puente.
Unos ojos que no sostienen mi mirada curiosa por más de un par de segundos.
Una mirada que finalmente yo pude sostener y me liberó…