viernes, febrero 15, 2008

Bombones

¿Y si se sienta y espera tranquilita en el banco?

Ya… ya vendrá, deje de rebuscar su imagen entre los recuerdos, deje de perseguirlo imaginariamente. Tome; deshaga este bombón en su boca, cómalo lentamente, a mí me gusta presionarlos entre la lengua y el paladar, pero bueno, usted puede comerlo como guste. A veces suelo mirar la contratapa de la caja, ahí sale una foto del bombón con una breve descripción de su contenido, así me evito comer esos que por ejemplo traen una pasta de pasas que tiene un sabor pegajoso y desagradable, pero descuide a usted le di uno que viene relleno de una crema de nueces deliciosa, ¿No le parece?, la pasta aquella no es del todo dulce, y al mezclar ambos sabores, -chocolate/nueces- se siente tan delicioso en la boca.

¿Se siente un poco más aliviada?

Vamos, tome otro bombón de la caja, quizás uno solo no es lo suficientemente dulce para tranquilizar el alma, después de todo son tan pequeños, a veces pienso en bombones más grandes, pero tendrían que tener unas cajas enormes, serían más difíciles de transportar, y bueno tendrían que dejar de llamarse bombones.

¿De qué relleno eligió el bombón?.

Descuide, tan sólo han transcurrido algunos minutos desde que nos instalamos en el banco, el tiempo es extraño, tan difuso, dos bombones en la boca por ejemplo no alcanzan a ser siquiera unos 3 minutos, y es que la calidez que habita dentro de la boca,ablanda rápidamente el chocolate y el relleno suele ser tan delicado que todo parece esfumarse en algunos segundos. Cerrar los ojos y concentrarse en lo dulce también ayuda. Yo trato de comerlos lentamente, espero hasta que se diluya el último trozo de chocolate de la boca antes de seguir con el próximo bombón. Sólo un par de veces he sucumbido a la loca tentación de comer uno tras otro sin parar, dejando que los distintos sabores se mezclen en la boca, pero ya luego volví a la antigua rutina de comerlos espaciados, con pausas entre uno y otro.

Pues claro que me gustaría entenderla, ¿Qué le hace pensar lo contrario?
No, yo no sé lo que es extrañar tanto. Si, si puedo imaginar lo complicado que debe ser. Coma mientras otro chocolate, puede elegir el que guste, si quiere puede mirar los dibujos de los bombones para que sepa que traen dentro. Deje de mirar el reloj, no ha transcurrido demasiado tiempo desde que llego. Sí, yo creo que a veces es mejor simplemente olvidar.

¿Quiere saber que hago yo aquí?
Unmmm, no lo sé.
A veces si el día esta luminoso -como hoy- vengo hasta acá, compro una cajita de bombones en el negocio de la esquina, me siento en esta banca y disfruto del paisaje. No, no creo que usted tenga razón, yo recordaría si es que vengo a esperar a alguien. Mejor se come otro bombón, aproveche, ya quedan pocos.

¿Nota alguna diferencia?

Sí, se le ve más aliviada, alguna vez leí algo de que el azúcar hacía que llegara más sangre al cerebro o algo así, y uno percibía una extraña sensación de alivio, pero es mejor no pensar en como funciona, simplemente entréguese al deleite de comer lentamente el bombón.

Ya sólo quedan 2 chocolates en la caja...
Tiene razón, ya ha transcurrido mucho tiempo, pero ni lo sentí pasar.
No, no llego y ya tampoco quedan chocolates como para alivianar la espera.

Sí, si gusta puede llorar, yo prometo no interrumpirla

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