lunes, junio 25, 2007

Las horas



Cuando es de Mañana
Come maní con coca-cola, y dice: Estoy que fumo un cigarro, para hacer aún más continental mí desayuno.

Cuando es Almuerzo
Fideos de espinaca con salsa blanca o pizza vegetariana,
Vino blanco o Coca Zero
Té con sabor a limón o agua de cedrón.
El juego es tratar de no quitarse casi nada de ropa.
Y entrar en pánico y decir: Debieras quitarle las llaves de la casa a tú mamá.

Cuando es la hora de Once
Compra pasteles a pesar de que prefiere las cosas saladas.
Y el acto romántico de nuestra tarde es preguntar: ¿Quieres llevar “La Segunda”?
Después destrozamos los sistemas de calidad, las normas ISO 9001-2000.
Le gusta que lo toque usando mis lentes.
Y usa crema chantilly, sólo por que a mí me gusta.

Cuando es Noche
Lo recibo muy compuesta en la puerta.
Se acomoda en el sillón y le pregunto ¿Que te sirvo?
Pues nada, estoy que muero de sueño.
¿Y si me pongo una falda para servirte?
Se queda en silencio
Reitero la pregunta: ¿Y si me pongo una falda para servirte?
Sonríe incrédulo, y lanza un bueno ya.

En un par de minutos el atuendo es: Blusa abierta hasta la altura del ombligo, minifalda, medias con liga, botas. Todo de un impecable negro. Antes de salir de la habitación lo miro sin que lo note y ahí esta como siempre tendido sobre el sillón, acomodando sus lentes de contacto, entonces antes que la duda cruce por mis pensamientos, salgo por el pasillo, y vuelvo a preguntar ¿Que te sirvo?.

En los Intermedios
Un hombre liviano, un hombre con alas.
Un hombre que pueda arreglar sus propios desastres.
A veces sólo voy y pregunto.
Otras tantas sólo miro hacía otro lado y dejo los espacios en blanco.
Debe ser por eso que me agradan las pruebas con preguntas de selección múltiple:
-Ahí uno siempre puede responder lo que le venga en gana-
-Aunque sea una contradicción-

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