lunes, septiembre 11, 2006

Huidas

Estando allá es fácil pensar en huir. ¿Por qué no?
Todo parece tan simple en el minuto que uno de mis pies sale del tren, y el tiempo se detiene. Pero la huída se acaba justo en el minuto que alguien te (re)conoce o la mesera empieza a saber que el café lo tomas sin azúcar si comes pasteles.

Allá es tan sencillo pensar en dejar todo tirado e irte a cultivar la tierra, vender ganillas peladas por $3500 e ir a vivir con el chico que de tanto estar parado al sol tiene las mejillas ajadas, y sus manos están ásperas de tanto manejar la pala.

Pasa un poco lo mismo después de (re) leer a Bukowsky un par de horas y tener la convicción plena de que podría tirarme a cuanto hombre me mira fijamente y pestañea insistentemente a mí lado. Convicción que se acaba en cuanto despierto con el desconocido junto a mí, hay que vestirse y largarse antes de que baje la sensación de: La cagaste de nuevo.

Huidas que se acaban justo en el minuto en que todo comienza a volverse familiar y la rutina transforma la novedad en habito. Cuando los pasos perdidos se transforman en trayecto, cuando la sonrisa casual se vuelve saludo corriente y el abrigo llamativo se transforma en carta de presentación.

Y entonces vuelvo a subir al tren, y justo cuando la desconocida del lado empieza a buscar conversación yo abro mi libro y la dejo con la mitad de preguntas sin poder ser realizadas. Y quise decirle: No puedo hablar de nada, porque estoy huyendo, y necesito de estás cuatro horas para volver a situarme.

Y la huida comienza a pasar la cuenta, el mal genio me abriga con fuerza y mi casa que espera pesa; me molesta, el vecino que saluda amarga, y el movimiento de cola de mis perros y su felicidad de verme hace lagrimear un poco.

Y entonces recuerdo que en sólo cinco días más podré huir de nuevo, llenar mi mochila de casi nada –porque siempre viajo liviana-, y caminar sin un rumbo definido. Con la mirada extraviada y respondiendo con cierta gracia al transeúnte que pregunta: ¿Esta perdida?. No, no estoy perdida, sólo estoy huyendo un rato.

No hay comentarios.: