jueves, febrero 23, 2006

Frazada... Cuadro VIII de una manta de 10x10


VIII.- Domingo II

Sin duda que he usado o abusado de este blog, para escribir todos y cada uno de mis pesares. Me hace sentir más liviana y más aliviada. Es como si todo lo escrito sirviera para dejarlo aquí, y no tener que cargarlo sobre mis hombros.

El domingo muy temprano mi hermano salió rumbo a su trabajo, iba al festival de viña y estaría fuera 15 días, por lo mismo su señora y mi sobrino, lo fueron a dejar. En el trayecto, un bus de transantiago se pasó una luz roja y los chocó. Decir que ha sido una semana difícil, la verdad es bien poco, tratar de no revelarse contra el universo fue un ejercicio que a los qué no nos pasó, nos ha requerido de un esfuerzo mayúsculo, pero aún así, saber que los tres quedaron vivos, nos lleno de una fuerza y una esperanza, que nos ha servido para sobrellevar lo que ha significado el accidente.

Mi hermano y mi sobrino ya están de vuelta en casa, y a mi cuñada tienen que operarla el fin de semana. Siento que hemos sido afortunados y que la locura inicial ha ido transformándose lentamente en la convicción de que el universo, Dios y hasta la suerte, el domingo estuvieron definitivamente de nuestra parte.

Mirar el auto destrozado me hace dar gracias porque puedo escuchar a mi hermano caminar por la casa, poder llevar hoy por la tarde a mi sobrino a mirar los árboles del patio, alegró más mi alma de lo que cualquier otra cosa podría hacerlo. Y ver que mi cuñada día con día se alivia un poco más, me da fe en el futuro.

La vida día con día se sigue abriendo paso, y doy gracias por eso.

1 comentario:

J. dijo...

Mi familia y Transantiago

Esa fue la frase de mi cuñada hace unos días atrás, luego que supiera que su mamá tuvo un accidente en uno de sus buses. Ella terminó con un TEC cerrado y varias costillas fracturadas, el maldito apuro, la maldita insolencia, esa manía de andar rajados y no respetar la vida del pró-xi- (ji)-mo.

Me da pena, que esas cosas sucedan, no quiero que ese tipo de cosas sucedan.