lunes, marzo 25, 2013

Pruebas...

Has oído hablar de la prueba final que debía pasar un interrogador de la policía secreta de Stalin?.
-No-
Lo metían en una sala cuadrada. En la sala sólo había una silla de madera, sencilla, normal y corriente. Entonces un superior le ordenaba:"Consigue  que la silla confiese y redacte el acta de su confesión. Hasta que lo logres, no darás un paso fuera de esta sala".

Un Ko del budismo zen: Cómo suena una palmada hecha con una sola mano?.

Porque allí donde hay una esperanza, siempre hay una prueba. Las esperanzas suelen ser abstractas... Pero las pruebas siempre son concretas.

1Q84, Libro 3

No hay comentarios.: